LA IDENTIDAD ADHESIVA Y SU RELACION CON LA AUSENCIA DE DESARROLLO MENTAL

LA IDENTIDAD ADHESIVA Y SU RELACION
CON LA AUSENCIA DE DESARROLLO MENTAL

Su pérdida se hacía aún más aguda porque en tales oportunidades era impo­sible prepararlo para las separaciones. Era entonces simplemente caer de un estado de unimismidad (in-oneness) al estado de ser arrancado (Bick), o que le arrancaran una parte de sí mismo (Tustin), y ser abandonado a la desesperanza. Parecía siempre patéticamente desvalido frente a este tipo de desastre, incapaz de preve­nirlo, salvo mediante intentos de adherirse a su objeto. Aunque esto constituía para él una defensa primitiva contra la pérdida, su beneficio era muy tempora­rio, ya que le exigía mantenerse en un estado imperturbable y sin cambios, donde no podía tomar en cuenta el mañana, ni reconocer la necesidad de establecer una base para reducir la agonía de las separaciones futuras. Su verdadera esencia es tanto adherirse como impedir la amenaza inherente a cualqiiier cambio. Esta fusión con el objeto implica ser parte de su sustancia, más que incorporarla dentro de uno mismo; en el mejor de. los casos la identificación es por mímica. La intro­yección presupone un objeto, aún primitivo, lo suficientemente separado como para ser deseado e incorporado en el self, y no adherido al self. La dificultad con John al principio del tratamiento era la intolerancia de hasta una medida de espacio entre nosotros. Igualmente, a menudo apenas podría decirse que jugara con objetos ó los usara: casi instantáneamente formaba parte de la ramita que giraba, la rama del árbol que se mecía o el agua. que corría. No quiero decir que estuviera en identificación proyectiva con estos objetos parciales; tenía una cualidad más primitiva, un gentil fundirse en ellos, más de compartir su vida que de apoderarse de ellos. En esos momentos, yo me sentía incapaz de esta­bler contacto con una parte de John a la que pudiera hablarle, una parte de su mente suficientemente separada de su experiencia sensual como para ser capaz de prestar atención y escuchar. O, expuesto de otra manera, encontrar a un John que estuviera a suficiente distancia de su objeto como para ser capaz de pensar acerca de éste, porque pensar acerca significa estar afuera; mientras que en un esta­do de fusión, sin perspectiva, sin visión tridimensional, no puede emerger ningún pensamiento. Como el pensamiento significa un pecho ausente (Bion), el pensa­miento debe evitarse a cualquier costo. El precio que John pagaba por esto era que no había vida mental que pudiera ayudarlo durante el período de ausencia del objeto externo.

Deja un comentario