Plano mental. Relación con la capacidad de fantasear y simbolizar.

El desprendimiento culmina con la crisis del destete que plantea la inexorable necesidad de elaborar el abandono de la relación idílica con la madre y aceptar en forma definitiva la presencia del padre, como alguien distinto de la madre y distinto de sí mismo.

Este ser distinto implica estar «separado», pero poder juntarse, encontrarse con los otros. En ese sentido, el descubrimiento de los genitales otorga la convicción de poseer un instrumento para los reencuentros.

En el plano mental, la creciente capacidad simbólica permite recuperar los objetos perdidos en la mente, recreándolos mediante el juego y la palabra. Los juegos de pérdida y recuperación, cum­pliendo simbólicamente fantasías que no puede realizar con su cuerpo, permiten elaborar la depresión originada por el destete y por reconocerse diferente y «separado». Por supuesto, estas diferenciaciones no se mantienen con mucha claridad. La relación entre los padres despierta cantidad de reac­ciones intensas en el bebé, que atribuye a los padres un estado constante de gratificación mutua, de naturaleza oral, anal y genital. Estas teorías sexuales forman la base de las «figuras parentales com­binadas» (8) tales como: la madre que tiene el pene del padre o al padre en su totalidad; el padre que contiene el pecho materno o la madre en su totalidad; los padres fusionados inseparablemente en la relación sexual. Estas figuras combinadas aparecen como variadas imágenes monstruosas en los mitos y los sueños. A medida que se desarrolla una relación más realista con los padres, el lactante llega a considerarlos en forma más estable como individuos separa­dos, reconociendo y diferenciando la identidad de cada uno de ellos.

Del mismo modo, la diferenciación de las distintas partes del propio cuerpo es también resultado de un largo proceso de confu­siones y discriminaciones, que parte de una fantasía en que todos los orificios del cuerpo parecen intercambiables en sus significados y funciones (en que, por ejemplo, cada parte del cuerpo puede ser como una boca: las manos, los oídos, los ojos, la vagina, el ano, el pene, etc.) para diferenciarse e integrarse paulatinamente.

 

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