LA POSICIÓN DE LOS AUTORES. Aclaración de términos para evitar malosentendidos.

A medida que avancen en la lectura del libro, puede que algunas per­sonas empiecen a sentirse halagadas, agredidas o molestas. Estas reac­ciones se deben a que, en mayor o en menor medida, son víctimas de filosofías idealistas que exponen que ser hombre o mujer es lo mismo. Por ello, es imprescindible que antes que nada, aclaremos nuestra po­sición al respecto. Nosotros, los autores, hemos escrito este libro con el propósito de ayudar a los lectores a desarrollar y mejorar sus relaciones con personas de ambos sexos. Creemos que los hombres y las mujeres deberían contar con las mismas oportunidades para desarrollar una ca­rrera profesional sea cual sea el ámbito que elijan y consideramos que las personas que tienen una calificación similar deberían recibir la misma compensación por el mismo esfuerzo realizado.

Diferencia no es antónimo de igualdad. Igualdad significa ser libre para tomar nuestras propias decisiones y diferente significa que, como hombres o mujeres, podemos perseguir objetivos diferentes.

Nuestro propósito es estudiar, de forma objetiva, las relaciones en­tre los hombres y las mujeres, explicar su papel a lo largo de la historia, explicar los significados e implicaciones ocultos e intentar exponer téc­nicas y estrategias para que el lector tenga relaciones más satisfactorias

con ambos sexos. Iremos al grano y no nos extenderemos en suposicio­nes o clichés políticamente correctos. Si algo parece un pato, hace el ruido de un pato, camina como un pato y hay evidencias que demues­tran que es un pato, entonces nos referiremos a él con ese nombre.

La evidencia que se presenta en el libro confirma que el sexo mas­culino y el femenino están intrínsecamente predispuestos a comportarse de forma diferente. Con esta afirmación no estamos sugiriendo que cada sexo debe o debería comportarse de una manera determinada.

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