Sesión a los trece años

Sesión a los trece años

Comenzó la sesión mirando y husmeando en un papelero, y tizoneando de las manijas de algunos cajones cerrados con llave, asegurándose de que yo lo miraba. Extrajo de su bolsillo un papel arrugado y mientras se sentaba a la mesita dijo: «Ahora mis sueños». Durante este período ésta era la pauta estándar de sus • sesiones: primero, una investigación preliminar, reducida casi a un gesto, como

 

.para recordarme que estas cosas todavía eran importantes; luego el relato de sue­ños de los que él había tomado notas para traer a la sesión, y que en su transcurso copiaba en una versión un poco más prolija y larga mientras los relataba; final­mente, terminaba la sesión hablando de los hechos en su vida cotidiana. La plani­ficación de este procedimiento era por lo general perfectamente sincronizada para llenar los cincuenta minutos de la sesión.

En esta ocasión relató tres sueños.

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