NO DEBERÍAMOS SUCUMBIR A LA PSICOLOGÍA POR MEDIO DE LOS ENCANTOS DE LOS BUENOS PSICÓLOGOS QUE INTENTAN MEJORARLA
Algunas apuestas de izquierda nos hacen creer en la posibilidad de cambiar la disciplina desde dentro. Indudablemente, existen buenas personas formadas para ser psicólogos y algunas de ellas son fieles a sus principios cuando ejercen. No obstante, tenemos que ser muy cautos y no olvidar que la psicología es perjudicial para la izquierda y que cuando ha recurrido a ella ha sufrido una fuerte alteración, hasta el punto de transformar a muchos militantes ávidos por cambiar el mundo en personas ahora convencidas de que no se puede hacer nada para transformarlo.
Ala hora de abordar nuevas prácticas progresistas desde dentro de la psicología que cuenten con apoyos ajenos a la disciplina, será preciso atender al papel de la psicologización. Veremos el modo en que la psicología, como una fuerza de control social, nunca ha sido monolítica. Por el contrario, existe una historia de desacuerdos y divisiones en la propia disciplina y recuerdos de revueltas revolucionarias que dieron lugar a nuevas ideas También existen contradicciones, líneas de fuga y espacios para la emancipación a favor y en contra de la psicología, en la misma conciencia alienada que tenemos del mundo y de quienes somos.