IDENTIFICACION NARCISISTA

IDENTIFICACION NARCISISTA

El concepto de identificación ingresa casi sin sentirse en el pensamiento de Freud. Parte tal vez en Dora, se hace ‘más notable en las notas originales del Hombre de las Ratas y comienza a asumir la forma de un concepto en el análisis de Leonardo, Schrebér y el Hombre de los Lobos. Solamente en «Duelo y melan­colía», sin embargo, se le da status completo. Para entonces, el reconocimiento del. narcisismo estaba bien establecido y Freud había ido valorando gradual­mente el fenómeno narcisista, dentro del cual fue capaz de reconocer que el perío­do inicial se marca con un tipo de identificación muy diferente de la que surgía como «heredero» del complejo de Edipo. Freud se inclinaba -a pensar que esta forma primitiva de identificación era previa a la elección de objeto o, en cierto sentido, idéntica a ésta. Los mecanismos mentales de los procesos de identifica­ción permanecen, sin ser descritos sin embargo, a pesar de la delimitación de la introyección por parte de Ferenczi, hasta el trabajo de Melanie Klein en 1946 sobre los mecanismos esquizoides, entre los cuales ella menQiona por primera vez la fantasía subyacente a la identificación proyectiva.

En gran medida, el trabajo de sus continuadores en los siguientes treinta arios consistió en investigar la fenomenología de la identificación proyectiva. La variedad de fenómenos que surgió a la luz con la ayuda del nuevo instrumen­to conceptual tuvo un gran impacto en la técnica, en tanto dio fundamento a la idea de una transferencia psicótica e hizo factible su modificación mediante la interpretación. Quienes trabajaban en esta dirección, generalmente presumían que la identificación proyectiva era el mecanismo de la identificación narcisista y que se la podía considerar sin duda como la base de la hipocondría, los estados confusionales, la claustrofobia, la paranoia, la depresión psicótica y, tal vez, ciertas perturbaciones psicosomáticas. De esta manera, la historia de la identifica­ción proyectiva es bastante similar a la de la represión, en cuanto tiene gradual­mente que ceder su posición exclusiva, cuando se descubren nuevos mecanismos de defensa. Al describir el segundo mecanismo de identificación narcisista, la identificación adhesiva, Esther Bick abrió el camino. En este capítulo queremos explorar el concepto en relación con la bidimensionalidad, sugiriendo que se mantiene en una relación específica con esta visión-del-mundo, mientras que la identificación proyectiva es, por excelencia, el mecanismo de la identificación narcisista en un mundo tridimensional. La identificaCión introyectiva debería entonces ser considerada como el instrumento que eleva la vida mental fuera de la esfera del narcisismo en específica conexión con la tetradimensionalidad.

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