Especificaciones sobre migración.

Este es el punto de encuentro con nuestra preocupación: la migración. Las alternativas normales del desarrollo de los individuos incluyen una permanente elaboración de los distintos cambios que constituyen el vivir: continuamente se ven enfrentados con la necesidad de sufrir y aceptar la pérdida de estadios anteriores elaborando esos duelos y de afrontar el temor a lo desconocido que se presentará en los estadios subsiguientes.

La migración es un cambio, sí, pero de tal magnitud que no sólo pone en evidencia, sino también en riesgo la identidad. La pérdida de objetos es masiva, incluyendo los más significativos y valorados: personas, cosas, lugares, idioma, cultura, costumbres, clima, a veces profesión y medio social o económico, etcétera, a todos los cuales están ligados recuerdos e intensos afectos, como así también están expuestos a la pérdida partes del self y los vínculos correspondientes a esos objetos.

Siendo un cambio que afecta simultáneamente muchos vínculos, se disminuyen las posibilidades de que algunas partes del self, me­nos afectadas, permanezcan estables y sirvan de soporte a las que están sufriendo los cambios. Es una conmoción que sacude toda la estructura psíquica, por supuesto más expuesta a sus consecuencias cuanto menos consolidada se encuentre.

Por otra parte es indudable que las condiciones en que se realiza la migración determinan el tipo de ansiedades que se movi­lizan predominantemente, así como su intensidad, las defensas que se erigen contra ellas y las posibilidades de elaboración.

Son distintos en su contenido los duelos que haya que realizar por un país perdido como consecuencia de persecuciones, con el consiguiente incremento de ansiedades paranoides, de los vinculados con un abandono voluntario, en relación con el cual pueden predominar la culpa y ansiedades depresivas. Y es infinita la can­tidad de factores y situaciones que, en cada caso, llevan a configurar distintas fantasías inconscientes, tanto en relación con el propio país, perdido o abandonado, definitiva o temporariamente, como con el «otro país», amenazante o seductor, perseguidor o idealizado.

Veremos cómo se dan estos fenómenos en un caso particular: Marisa y su migración, a la luz de los conceptos expuestos. Queda entendido que se ha extractado del historial clínico exclusivamente el material atingente al terna.

 

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