Empatía. Lo positivo de «si yo fuera usted».

No siempre el «si yo fuera usted» responde a sentimientos de envidia, egoísmo, rivalidad, celos, miedo, angustia o agresión. Para hacerle justicia, debemos considerar también sus aspectos y motivaciones positivas, como, por ejemplo: la simpatía, la solidaridad, el auténtico amor, el deseo de reparación, etcétera.
Muchas veces sentimos la necesidad de «ponernos en lugar» de otras personas por un deseo de comprenderlas. Esta capacidad de identificación representa un factor importantísimo en las relaciones humanas en general, y es también una condición esencial para la consolidación de un amor fuerte y genuino. Hasta cierto punto somos capaces de sacrificar nuestros propios deseos y anteponer por un tiempo los intereses de otras personas, porque compartimos la satisfacción que les estamos dando.

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