Antecedente inmediatos.

Como antecedentes inmediatos de esta sesión citaré los siguien­tes datos: últimamente, y en relación con el material aparecido, le había interpretado que su posición en la vida era la de quien espe­raba recibir algo pero sin atreverse a pedirlo por considerarse sin derechos para hacerlo, o por temor a verse defraudado; al poco tiempo me expresó su deseo de aumentar el número de sus sesiones y al no poder satisfacerlo en forma inmediata le aclaré que lo haría­mos a la brevedad posible. Mi negativa fue vivida por el paciente como un rechazo que reactivaba las primitivas frustraciones a las que se encontraba fijado, y comenzó la hora analítica siguiente con un silencio prolongado que sólo interrumpió cuando se lo relacioné con su vivencia de frustración. Con su silencio me expre­saba que me seguía esperando; por otra parte, representaba una transacción entre su resignación y su protesta. Desde el punto de vista de la dinámica de la interpretación, ésta tuvo por objeto hacerle consciente que su silencio expresaba una necesidad y que además implicaba una protesta. Manifestó, entonces, que se sentía confuso y cansado; reconoció su cansancio por la espera prolongada (por todo lo que tuvo que esperar infructuosamente en su vida) , y se sentía confundido por el sentimiento de protesta que acababa de concientizar.

 

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