¿POR QUÉ LOS HOMBRES SABEN HACIA DÓNDE VAN?. ¿intuición masculina?

La habilidad espacial permite que un hombre pueda girar mentalmen­te un mapa y saber hacia dónde se dirige. Si posteriormente necesita volver al mismo sitio, no hará falta que vuelva a consultarlo porque ya habrá almacenado la información. La mayoría de los hombres no tiene ninguna dificultad para leer un mapa que apunta hacia el norte, cuando se quieren dirigir al sur. De igual forma, la mayoría puede fijarse en un mapa unos segundos y dirigirse al lugar de memoria. Los estu­dios reflejan que el cerebro masculino calcula la distancia y la veloci­dad para saber cuándo tiene que cambiar de dirección. La mayoría de los hombres, incluso si se encuentran en una habitación desconocida sin ventanas, saben apuntar al norte. Como buen cazador, tenía que estar seguro de encontrar el camino de vuelta a casa o, por el contrario, tendría pocas probabilidades de sobrevivir.

La mayoría de los hombres saben señalar al norte, incluso cuando no tienen ni idea de dónde están.

Si va a un estadio deportivo y se sienta, podrá observar cómo los hombres no tienen ningún problema para ir a comprar una bebida y volver a su asiento. También es cierto que, sea cual sea la ciudad, no hay que ir muy lejos para ver a mujeres turistas paradas en las inter­secciones de las calles dando vueltas y vueltas al mapa con cara de perdidas. Si no, vaya a cualquier centro comercial que tenga aparca­mientos de más de una planta y verá como las mujeres van deambu­lando sin rumbo hasta encontrar sus coches.

¿POR QUÉ LES GUSTAN TANTO LAS SALAS RECREATIVAS A LOS CHICOS?

Esté donde esté, pruebe a entrar en una sala recreativa y verá que está llena de chicos que practican sus habilidades espaciales. A continua­ción analicemos algunos de los estudios científicos que destacan la habilidad espacial masculina y observaremos que casi todos incluyen pruebas de montaje de aparatos mecánicos tridimensionales

Un estudio de la Universidad de Yale obtuvo las siguientes cifras: sólo el 22% de las chicas podía realizar este tipo de tareas mecánicas con una destreza similar a la de los chicos, sólo el 16% de las chicas era capaz de programar un vídeo, u otro aparato similar, a la primera siguiendo las instrucciones, mientras que el 86% de los chicos lo conseguían sin de­masiada dificultad. Este estudio también puso de manifiesto que los chicos obtenían mejores resultados cuando tenían tapado el ojo derecho porque, de esta forma, sólo el ojo derecho podía recibir la información y la transmitía directamente al hemisferio derecho, donde se encuentran lo­calizadas las zonas de habilidad espacial. En el caso de las chicas, daba igual que ojo utilizasen porque su cerebro intentaba resolver los proble­mas utilizando ambos hemisferios. Por esta razón, es raro que las muje­res elijan ser mecánicas, ingenieros o pilotos aéreos.

Un estudio de la Universidad de Yale obtuvo las siguientes cifras: sólo el 22% de las chicas podía realizar este tipo de tareas mecánicas con una destreza similar a la de los chicos, sólo el 16% de las chicas era capaz de programar un vídeo, u otro aparato similar, a la primera siguiendo las instrucciones, mientras que el 86% de los chicos lo conseguían sin de­masiada dificultad. Este estudio también puso de manifiesto que los chicos obtenían mejores resultados cuando tenían tapado el ojo derecho porque, de esta forma, sólo el ojo derecho podía recibir la información y la transmitía directamente al hemisferio derecho, donde se encuentran lo­calizadas las zonas de habilidad espacial. En el caso de las chicas, daba igual que ojo utilizasen porque su cerebro intentaba resolver los proble­mas utilizando ambos hemisferios. Por esta razón, es raro que las muje­res elijan ser mecánicas, ingenieros o pilotos aéreos.

Camilla Benbow y Julian Stanley llevaron a cabo un estudio con niños superdotados y obtuvieron que por cada 13 niños que sobresa­lían en matemáticas sólo había una niña. Los niños pueden construir un edificio de pisos a partir de planes de dos dimensiones mucho más fácil y rápidamente que las niñas, puesto que son capaces de estimar los ángulos con más precisión y de comprobar si una superficie está mal nivelada. Sin duda, la razón por la que los hombres dominan en áreas como la arquitectura, la química, la construcción o la estadística reside en su pasado como cazadores. Los chicos también obtuvieron mejores resultados en las pruebas de coordinación entre manos y ojos, lo que explica su habilidad deportiva. De ahí la obsesión masculina por deportes como el cricket, el fútbol, el rugby, el baloncesto o cual­quier deporte en el que se tengan que estimar las coordenadas y tirar, perseguir o disparar a un blanco. Esta también es la causa de que en las salas recreativas y las pistas de monopatín de todo el mundo haya tantos chicos y tan pocas chicas. Las pocas chicas que hay, van para impresionar a los chicos pero, como la mayoría de las adolescentes saben, ellos están mucho más pendientes del juego que de su presencia.

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