LAS NIÑOS COMPITEN. LAS NIÑAS COLABORAN.

Las niñas que forman parte de un grupo son colaboradoras y visual mente resulta imposible determinar si hay una mandamás. Las niñas charlan para crear y fortificar las relaciones en el grupo y normalmente cada una tiene una mejor amiga con la que comparte secretos. Si una de las niñas intenta imponerse sobre las demás, el resto dirá «pero, ¿quién se cree que es?, nadie es más que nadie». Los grupos de niños tienen un funcionamiento diferente, puesto que existe una jerarquía con unos líderes que suelen ser fácilmente identificados por su forma de hablar con una entonación superior al resto o por su lenguaje corporal. El resto de niños del grupo intenta subir escalones en la jerarquía y conseguir llegar a la élite. En el grupo masculino lo im­portante es el poder y el estatus de cada miembro, que puede conseguirse gracias a las habilidades, el conocimiento, el ser un tipo duro o pelear bien. Las chicas son felices creando vínculos afectivos con profesores y amigas, mientras que los niños suelen cuestionar la autoridad del profesorado y se decantan por la exploración espacial de los objetos, preferentemente a solas.

DE QUÉ HABLAMOS?

Escuche a cualquier grupo de mujeres, hombres, niñas o niños de cual­quier origen o cultura y observará cómo los circuitos cerebrales de cada sexo hace que hablen sobre el mismo tema desde puntos de vista diferentes.

A las niñas les gusta hablar de a quién le gusta quién, quién está enfadado con quién, les encanta jugar en grupos reducidos y contarse secretos sobre otras para crear vínculos de unión. Cuando llegan a la adolescencia, las niñas hablan sobre los chicos, sobre su peso, sobre ropa y amigas. En la edad adulta, las mujeres siguen hablando de su dieta alimenticia, de sus relaciones personales, de su matrimonio, los hijos, los amantes, personalidades, ropa, acciones de otras personas, relaciones en el trabajo y cualquier cosa que tenga que ver con gente y asuntos personales. A los niños les gusta hablar sobre cosas y activi­dades como quién hizo qué, a quién se le da muy bien hacer algo o cómo se monta algún aparato. En la adolescencia, hablan sobre deportes, mecánica y el funcionamiento de las cosas. En la edad adulta, los hombres hablan de deportes, de su trabajo, de las noticias, de lo que hicieron o a dónde fueron, de tecnología, de coches y de aparatos mecánicos.

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