¿CÓMO SE ORIENTAN LAS MUJERES?. Entre mapas e imágenes visuales.

Muchas mujeres se quejan de que «si los hombres no hubiesen diseñado los mapas así no tendríamos que girarlos». La sociedad de Carto­grafía Británica asegura que el 50 por ciento de sus miembros son mu­jeres y que el 50 por ciento de los diseñadores y editores de mapas también pertenecen a este sexo. El prestigioso cartógrafo británico Alan Collinson aseguró que «el diseño de mapas es una tarea en dos di­mensiones y las mujeres están tan capacitadas como los hombres para realizarla. La dificultad de las mujeres para entender los mapas es porque, para ello, se necesita una perspectiva tridimensional. Yo diseño mapas turísticos con perspectiva tridimensional que contienen árboles, mon­tañas y otros relieves. Está comprobado que las mujeres tienen menos dificultades para entender este tipo de mapas. Los test demuestran que los hombres poseen la habilidad para convertir mentalmente un mapa de dos dimensiones en un mapa tridimensional, una habilidad que parece no ser muy común en las mujeres».

Las habilidades espaciales de las mujeres se multiplican
cuando utilizan mapas con perspectivas.

Otro dato interesante es que los hombres obtienen mejor puntua­ción cuando se orientan con un acompañante que le explique verbalmente por dónde ir a un sitio. Por el contrario, las mujeres obtuvieron un resultado desastroso cuando les indicaban verbalmente. Este estu­dio demuestra que los hombres también son capaces de convertir las señales sonoras en mapas mentales tridimensionales en los que pue­den visualizar el camino correcto, mientras que las mujeres parecen guiarse mejor cuando tienen mapas tridimensionales.

¿QUÉ PASA SI NO ENCUENTRA EL RUMBO?

La marinera australiana Kay Cottee fue la primera mujer en circunna­vegar el mundo sin parar. Está claro que se trata de una mujer que sabe moverse por el mundo, ¿no cree?

Pues recientemente, en una conferencia afirmó que tenía difi­cultades para entender las guías. Asombrados, le preguntamos: «Y si es así, ¿cómo ha podido recorrer todo el mundo? —Porque eso es nave­gar, —respondió Kay—. Hay que programar el ordenador y él le guía por la dirección correcta. Yo no me adentro en el mar y digo… A ver… sí… creo que giraré a la izquierda… Un mapa o una guía de una ciu­dad es algo intuitivo. Hay que sentir’ hacia dónde se va. Siempre que voy a una ciudad desconocida tengo que coger un taxi para llegar a los sitios. Muchas veces he intentado alquilar coches, pero siempre acaba­ba en lugares equivocados.»

A mucha gente le cuesta creer que Kay Cottee pudiese tener dificultades para llegar hasta el barco que la llevaría a circunnavegar el mundo y que, sin embargo, demostrase que con empeño, planificación y valentía cualquiera puede navegar por todo el mundo (incluso si no entienden los mapas o las guías de las ciudades) sabiendo cómo rodearse de la gente y el equipo adecuados para conseguir el propósito.

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