¿CÓMO PUEDE CONSEGUIR QUE LOS CHICOS HABLEN?. El estrés y la necesidad de espacio y comunicación.

¿CÓMO PUEDE CONSEGUIR QUE LOS CHICOS HABLEN?

Las madres de todo el mundo se lamentan de que sus hijos no les hablen. Sus hijas vuelven a casa después del colegio y les relatan todo lo que ha pasado durante el día, pero los chicos están programados para «hacer cosas» y ahí está la clave para conseguir que hablen. Una madre que desea tener más comunicación con su hijo debería intentar realizar alguna actividad juntos, como pintura, gimnasia, juegos de or­denador, etc. e intentar hablarle durante el transcurso de la misma.

A los niños no les gusta el contacto visual,
pero a las madres les encanta.

Mientras están realizando la tarea, los niños evitan el contacto ocular, aunque a veces tienen que dejar la actividad por un momento para pensar y contestar una pregunta. Les resulta difícil hacer dos cosas a la vez, pero el objetivo principal de la actividad que elija será incitarle a conversar. Se puede emplear la misma estrategia con un hombre, pero evite hablarle en momentos importantes como cuando está intentando enroscar una bombilla.

CUANDO LOS DOS ESTÁN SOMETIDOS A SITUACIONES DE ESTRÉS

Los hombres que se sienten tensos beben alcohol y deciden invadir otros países, mientras que las mujeres comen chocolate e invaden los centros comerciales. En situaciones de presión, las mujeres hablan sin pensar y los hombres actúan sin pensar. Por eso el 90% de los presos son hombres y el 90% de la gente que acude a psicólogos son mujeres. Cuando ambos están sometidos a gran presión, puede ser como un campo de minas del que ambos tratan de salir ilesos. Los hombres dejan de hablar y las mujeres se empiezan a preocupar. Ellas empiezan a hablar, diciéndoles que tienen que hablar del problema y ellos no lo pueden soportar. Ellos les dicen que les dejen solos y se marchan a otra habitación.

Los hombres tienen que entender que cuando una mujer
está estresada necesita hablar y él sólo tiene que escucharla,
en vez de ofrecerle soluciones.

Al sentirse también presionada, la mujer quiere hablar sobre sus propios problemas, lo que frustra al hombre todavía más. Cuando se recluye en su roca, ella se siente rechazada e inmediatamente llama a su madre, a su hermana o a sus amigas.

LA EXCLUSIÓN TOTAL

Esta es una de las diferencias menos comprendidas entre el hombre y la mujer. Al estar sometido a situaciones de estrés, el hombre se encerrará en sí mismo e intentará encontrar por sí solo una solución al problema. Desconecta completamente la parte cerebral relacionada con los sentimientos y se concentra en la resolución del problema, dejando también de hablar. Cuando utiliza este tipo de exclusión total, puede hacer que una mujer se desespere, ya que ella sólo reaccionaría así si le hubiesen hecho daño, mentido o abusado de ella. La mujer asume que el hombre reacciona igual que ella y, por eso, asume que ella le ha hecho algo que le ha herido o simplemente él ya no la quiere. Ella intenta conseguir a toda costa que él le explique qué le pasa, pero él se niega y cree que ella piensa que no sabe resolver los problemas por sí mismo. Cuando ocurre lo contrario y una mujer se cierra en sí misma es porque está herida, pero un hombre lo interpreta como que necesita su propio espacio y él, mientras tanto, se va al bar con sus amigos o limpia el carburador del coche. Cuando un hombre se encierre en sí mismo, déjele solo y ya verá como todo sale bien. Cuando una mujer se niegue a hablar es una señal de que algo malo se está gestando y es el momento adecuado para mantener una larga conversación.

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