Comentarios introductorios.

Los hombres y las mujeres son diferentes. Eso no significa que unos sean mejores que otros, sino que sencillamente son diferentes. Una de las pocas cosas que tienen en común es que ambos pertenecen a la misma especie, pero viven en mundos diferentes, con diferentes valo­res que corresponden a normas divergentes. Todo el mundo lo sabe, pero son muy pocos, sobre todo cuando se trata de hombres, los que están dispuestos a aceptarlo. Sin embargo, la verdad está a la vista y basta con observar las evidencias. En los países occidentales, alrededor del 50% de los matrimonios terminan en divorcio y la mayoría de las relaciones que se consideran serias terminan al poco de establecerse como tales. Independientemente de la cultura, religión o raza a la que pertenezcan, todos los hombres y las mujeres rebaten la opinión, la actitud y las creencias de su pareja.

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