RESUMEN

RESUMEN
Sólo retrospectivamente, con la ayuda de los sueños de la cuarta fase del análisis, la significación atribuida a estos dibujos ganó convicción. La manera en que se presentan tiene la intención de ayudar al lector a compartir esta expe¬riencia de prolongada incertidumbre.
Este material se presentó con considerables detalles, junto con los dibujos, porque parece dar un cuadro correcto del trabajo que tuvo lugar durante esta fase del análisis. Intenta mostrar cómo durante estos diez meses de análisis, el niño comenzó a desarrollar la capacidad de conceptualizar diferencias entre sí mismo y su objeto; a reconocer algo de la naturaleza del objeto en términos físicos y-también en términos de la geografía psíquica. Esto dio lugar a que aparecieran

espacios internos y externos, y a que se establecieran distancias entre los objetos y dentro de los objetos.
Al resolver las confusiones, se fue desarrollando la conceptualización de los roles y las relaciones entre los objetos, interna y externamente; y con esto el reconocimiento de trabajo y juego, público y privado (dibujo del 12 de no¬viembre.)
Una vez que esto se logró, fue posible decir que Barry estaba en posesión de un mundo interno en el que era posible detectar, mediante la transferencia, el cambio del ordenamiento geográfico y de las fantasías y ansiedades concomitan¬tes. Con cierta convicción se podía discriminar si Barry estaba dentro de un objeto parcial o total, afuera mirando hacia adentro, o adentro mirando hacia afuera; si estaba al pecho o en la bacinilla; sobre la falda mirando hacia arriba o hacia abajo; en el suelo espiando la cola de mamá, etcétera.
Es importante destacar nuevamente que las ideas e impresiones, tal como se describieron en las últimas páginas, eran generalmente múy tentativas durante la sesión y sólo se hicieron más claras a posteriori y subsecuentemente clarificadas al analizado cuando surgió la ocasión. Este procedimiento probablemente contri¬buyó al reconocimiento por parte de Barry de la necesidad de estudiar.
Las identificaciones proyectivas de esta fase del análisis fueron sin embargo aún básicamente violentas e intrusivas en el sentido de perforar y robar el cuerpo y la mente de la mamá-analista en una forma que, en la contratransferencia, era vivenciada como violenta y agotadora. Esto comenzó a cambiar y, en la tercera fase se vio emerger la identificación proyectiva útil.

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