M Klein y «si yo fuera usted». Descripción de personajes y análisis.

M. Klein, en su trabajo «On identification» (7) , hace una excelente interpretación de las fantasías del personaje central, Fabián, del libro de Julien Green Si yo fuera usted. Al mismo tiempo presenta uno de los estudios más completos del funcionamiento de la identificación proyectiva. Considero útil incluir aquí un muy breve resumen de las vicisitudes por las que atraviesa el protagonista de la obra, a quien le es conferido el poder mágico de transformarse en otras personas como resultado de un pacto con el demonio. Dichas transformaciones, operadas al conjuro de la pronunciación de su nombre (función mágica) , son claros ejemplos de identificaciones proyectivas determinadas, como lo demuestra M. Klein, por la intensa avidez y resentimiento del protagonista, indicando su privación y frustración en la temprana infancia. El impulso, entre otros, de compensar la temprana muerte de su padre y conservarlo vivo, contribuyó al impetuoso y voraz deseo de Fabián de introducirse en los demás y apoderarse realmente de sus vidas. Veamos los significados inconscientes de sus diferentes identificaciones proyectivas. Su transformación en Poujars (su patrón) estaba determinada por una violenta envidia, voracidad y odio porque, para la fantasía del niño, el padre adulto y potente posee todo porque posee a la madre. En un intento de identificación con el camarero se aprecia su anhelo de transformarse en su madre nutricia. Cuando se ubica en la personalidad de Esmenard, joven y fuerte pero que se siente rechazado por la mujer que ama y a la que finalmente llega a estrangular, se denota su parte asesina y celosa provocada por su Edipo positivo. En su identificación con Fruges pueden apreciarse características que le eran propias, pero que se manifiestan con mayor intensidad en su problema religioso. Era evidente su ambivalencia ante Dios a quien recrimina por haberlo creado como una pobre criatura, pero a quien también agradece por haberle otorgado vida a él, en lugar de otros (sus hermanos que no nacieron) . Finalmente cuando se transforma en Camilo, casado con Elisa, reconoce en los ojos de ésta algo familiar que resulta ser la mirada de Fabián de cuya identidad se había ido olvidando a través de sus sucesivas transformaciones. Proyectándose, de este modo, en Elisa expresaría su parte femenina y pasiva y el deseo de amor homosexual por su padre.
La importancia atribuida al nombre de Fabián (en la utilización de la fórmula) —señala M. Klein— denota que la identidad está ligada a aquellas partes del yo que quedaron atrás y que representan el núcleo de la personalidad; y cuando bajo la influencia de Elisa experimenta el impulso de recuperar su yo primitivo, la primera cosa que se le ocurre es el nombre de «Fabián». Sostiene, además, que los procesos subyacentes a la identificación proyectiva están concretamente descriptos por el autor de la obra. Una parte de Fabián literalmente abandona su ser y entra «dentro de su víctima», mientras la otra yace dormida hasta que vuelve la parte disociada de su yo, y representa, según M. Klein, aquel aspecto o componente del yo que los pacientes, inconscientemente, sienten haber retenido mientras las otras partes fueron proyectadas sobre el mundo exterior y perdidas.

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