RESUMEN DEL RESTO DEL TRATAMIENTO

RESUMEN DEL RESTO DEL TRATAMIENTO

Vamos a dejar a John aquí, en este punto, cuando entramos en un prolon­gado período de duro esfuerzo. Los celos posesivos del John-bueno lo llevaron a establecer una complicidad con una parte-osito-cruel que daba lugar a que sus ataques por medio de mordiscos y rasguños fueran más feroces, y su intrusión más violenta. En otros momentos aparecía patético y lleno de remordimientos, sin­tiendo que se le debía impedir dañar a la mamá y a sus bebés. A menudo lo desesperaba el temor de ser dejado con un objeto vacío y sin vida, y se aferraba a mí con tenacidad. Había dos aspectos, sin embargo, que me preocupaban más

 

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y más y me llenaban de dudas acerca del pronóstico. Uno era el negativismo, que había comenzado a aparecer en el juego con agua y que se hizo más notorio en el siguiente trimestre, como un deliberado abuso del objeto en son de triunfo y desprecio. La otra característica perturbadora era’ su tenaz sensualidad en rela­ción con un pedazo de elástico al que hacía vibrar y ondear sin descanso delante de sus ojos y de los míos. Sentí que era el aspecto musical de mi voz, como si fuera una cuerda vocal que él me había arrancado a fin de enmudecerme para otros, y que entonces se había convertido en un objeto de excitación fetichista (comparar con el capítulo VII). Esta apropiación de una parte del cuerpo de la madre me parece íntimamente ligada con el sentido de posesión de John, con su deseo de tenerme para él solo y, más aún, para impedir la conjunción interna de distintas partes del cuerpo de la madre; porque toda conjunción era sentida como partes del cuerpo de mamá y papá unidas en una relación creativa que excluía al bebé-John. Este hallazgo sugiere que el objeto fetichista es el resultado de una separación obsesiva de los objetos en sus partes componentes y de guardar un pedacito en particular para obtener un placer exclusivo. El resultado es que se impide la construcción de objetos adecuados para la dependencia y la identifica­ción. Hay un debilitamiento de la prueba de realidad del tipo «sentido común» (W. Bion), formado por la evidencia conjunta de los distintos sentidos. El sentido común se transforma en una función superflua, como consecuencia del ataque al vínculo (Bion), ya que cada unión es vista como edípica en su significación. al nivel más primitivo de los objetos parciales. Por otro lado, al desmantelar sus propios sentidos, John podía evitarse el reconocimiento de esas uniones.

Bien podría cuestionarse si mi técnica era lo suficientemente firme como para ayudar a que John me vivenciara como una mamá que podía resistir su invasión. Aunque ya desde el primer año no le permití que me lastimara siempre que pude prevenirlo, tal vez a veces yo era demasiado condescendiente. Por cier­to, durante el segundo año, sentí que él me controlaba de una manera que no le permitía aceptar mi existencia separada. Decidí ajustar mi técnica; sabiendo, por ejemplo, que él era capaz de subir por sí solo, no lo levanté más hasta el alféizar de la ventana. Y aunque no impedí que se sentara en mi regazo, no lo alcé más, ya que esta conducta mía, para John, constituía mi aceptación de que él era mi nuevo bebé. En el año y medio siguiente John hizo ciertos progresos; logró el completo control de sus esfínteres, comenzó a usar más los juguetes para ex­presar sus fantasías y fue suficientemente capaz de tolerar a otros niños como para poder ir a un jardín de infantes especial. Sin embargo, el progreso era muy lento y había largos períodos de detención del desarrollo. Fue durante uno de ellos que sus padres perdieron las esperanzas en que el análisis fuera el método más útil de proseguir su desarrollo, y lo retiraron del tratamiento.

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