No sé cuales son en su vida esas “cosas que no tienen retorno”, no sé hasta qué punto su paradigma habrá fraguado rígidamente haciéndole creer que no tienen retorno y hasta qué punto realmente no hay cosas que se puedan cambiar todavía. Hay cosas que pueden cambiar, a veces, sin cambiar nada. Simplemente introduciendo en el horizonte la posibilidad real y humana de cambiarlas, que siempre está, aun en el caso de que vaya en contra de sus principios, pero siempre está, aunque usted pueda juzgar como “malo” el cambiarlas. Con esto no estoy diciendo que considere el traicionar sus principios, ni mucho menos, sino que modifique la elasticidad interpretativa de la realidad de su paradigma, del cual, probablemente usted haya expulsado hasta la posibilidad existencial de que suceda algo que cambie esas “cosas que no tienen retorno”.
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