LAALIENACIÓN COMO PERTENECIENTE ALÁMBITO DE LA EXPERIENCIA: UNA VERSIÓN SUPERFICIAL Y ERRÓNEA DE LA FALSA CONCIENCIA

LAALIENACIÓN COMO PERTENECIENTE ALÁMBITO DE LA EXPERIENCIA: UNA VERSIÓN SUPERFICIAL Y ERRÓNEA DE LA FALSA CONCIENCIA

La reducción al plano de lo individual, y al de los mecanismos inter­nos, de los elementos que rigen y guían el comportamiento saludable y los aspectos cognitivos tiene profundas consecuencias políticas. Es probable que de ahí se derive que la explotación no se atribuya a razo­nes sociohistóricas, sino que obedezca a una cuestión de opciones y experiencias individuales32. De este modo, un problema que tiene que ver principalmente con la «alienación» generalizada de la creatividad humana bajo los auspicios del capitalismo es psicologizado y se le con­cede importancia sólo si el individuo lo experimenta directamente. Éstas son buenas noticias para los que prefieren los remedios psicoló­gicos al cambio social, aunque también ponen de manifiesto en qué medida la psicología es parte del problema.

Muchas son las personas alienadas que se dicen felices y no menos las empresas farmacéuticas dispuestas a animarlas si no se sienten bien con ellas mismas33. La psicologización de la explotación y la opresión tiene otras consecuencias políticas sobre el modo en que intentamos comprender qué es la ideología y cuál es su funcionamien­to. La ideología —una representación del mundo y de nuestro lugar en el mismo que permite que la explotación y la opresión en la sociedad capitalista se contemplen como algo normal y natural— es reducida por parte de la psicología a una idea que tú, como individuo, tienes acerca del mundo. Por consiguiente, la ideología se transforma en una cues­tión concebida exclusivamente como un conjunto de creencias acerca del mundo y los que cometen «errores» se considera que sufren de «falsa conciencia». El problema se contempla, así, bajo el prisma psi­cológico, en lugar de dar una explicación social e histórica al modo en que determinadas condiciones en la sociedad capitalista conducen a las personas a creer que no existen otras formas de vida posible.

Muchas personas se suben al carro de la ideología competitiva del capitalismo, y sus ideas encuentran tal consonancia con el sen­tido común cotidiano que difícilmente cabría pensar que están cometiendo un «error». Es decir, sus ideas y el sentido de sí mis­mos están en perfecta comunión con lo que la psicología nos dice acerca de nosotros mismos34.

Deja un comentario