HISTORIA EDUCACIONAL

HISTORIA EDUCACIONAL

Daré ahora un resumen de su historia posterior, con particular referencia a su educación. Se le hicieron tests a la edad de diez años, y obtuvo un CI de 126. A la edad de entre cuatro y cinco años, la comprensión y el uso de las palabras alcanzados por Piffie eran, por lo menos, de un nivel normal para su edad, aunque su habla fuera confusa. A los cinco años tenía todas las habilidades que uno puede esperar de un niño inteligente en edad preescolar. Sus dificultades sociales y emocionales, sin embargo, continuaban siendo severas y fue necesario postergar su ingreso en el colegio por un año más. Poco antes de su sexto cumpleaños.

 

comenzó a asistir a una escuela preparatoria común, yendo al principio sólo medio turno y a una clase de niños más pequeños que él. Al poco tiempo fue transferido al grupo de su edad, y poco antes de cumplir siete años ingresó en una escuela privada preparatoria regular, donde pronto fue ubicado en un grupo de niños mayores que él. A los trece años obtuvo una beca para una escuela secundaria muy seleccionada.

Hasta cumplir doce años, ir a la escuela era para él una fuente de severo sufrimiento. Dejar su casa y su madre, y tener que soportar los tormentos de otros niños de los que estaba aterrorizado, le causaban desesperación. Frecuente­mente estaba a punto de negarse a ir a la escuela, en especial en épocas de cambio de clase o maestro. En gran medida era capaz de tolerar la escuela utilizando un proceso patológico que le permitía mantener la escuela y la vida en el hogar en compartimientos rígidamente separados. Su tendencia a los logros intelectuales era reforzada sin duda como una forma de huir de la vida social escolar; pero sería simplificar demasiado si lo consideramos como un factor fundamental.

La beca que logró sugiere una historia de éxitos en lo que se refiere a logros escolares. Pero un conocimiento más cercano de Piffie revela la naturaleza enga­ñosa de estos logros y lleva a un reconocimiento más completo de la forma en que el aparente progreso de su terapia en el pasado, había sido engañoso. Lograba una acumulación impresionante de conocimientos, pero hacía relativamente muy poco progreso educacional en todo lo que podía llevarlo a acrecentar su comprensión y creatividad.

De funcionar como un deficiente mental pasó a funcionar corno un pedante; y aun así, ciertos aspectos esenciales de sus dificultades en el aprendizaje casi no cambiaron. Estas se refieren particularmente a sus mecanismos obsesivos y forman parte del tema principal de este capítulo.

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