LA BIDIMENSIONALIDAD Y LA RENEGACION DE LA REALIDAD PSIQUICA

LA BIDIMENSIONALIDAD Y LA RENEGACION
DE LA REALIDAD PSIQUICA

En la bibliografía psicoanalítica existe gran confusión entre la descripción del deterioro de las funciones mentales, y el deterioro de la conciencia de los hechos mentales. Freud intentó remediarlo diferenciando «renegación» de «ne­gación»* y «supresión» de «represión» (1910 y 1925), con lo que algo logró para establecer bien las cosas; pero la confusión tiende a proliferar. Como concepto, la renegación (denial) de la realidad psíquica monta a horcajadas en estas dos categorías de una manera bien desafortunada, ya que con este concepto tende­mos a significar a la vez que el repudio del interés y la atención a los hechos del mundo interior deteriora su torna de conciencia, y también que la falta de atención facilita ciertas operaciones de la omnipotencia.

Por otro lado, al hablar de bidimensionalidad, parecería que no estamos

* Traducimos denial por «renegación» y negation por «negación». (La palabra original freudiana es Verieugnung, que al castellano se vierte como «renegación, refutación o repudio» y que Strachey traduce como disavowal. Meltzer prefiere denial. La palabra alemana Verneinung se traduce al español por «negación» y al inglés por negation.) [N. del S.

 

LA DIMENSIONALIDAD                                                                         209

afirmando en lo más mínimo algo referente a la conciencia, interés o atención, sino ocupándonos puramente de la organización de los procesos perceptuales concernientes al self y los objetos, el «mundo». Por «superficialidad» (shallow­ness), por ejemplo, no intento referirme a la delgadez de la vida emocional en particular, sino implicar que esta misma delgadez es una consecuencia necesaria de la relación de superficie a superficie con los objetos.

Otro punto de importancia se refiere a la cuestión de la fuerza del yo. Parece más que posible que al describir la función continente-contenido (Bion) y la función «piel-continente» (Bick), estos dos autores hayan hecho una profunda incursión en el problema, importante y misterioso, de la fuerza del yo. Mientras Freud pudo encontrar la respuesta a la pregunta de cómo la gente evita enfermar­se al descubrir el papel de los procesos de disociación, Bion y Bick probable­mente hayan recorrido cierto camino hacia el descubrimiento de cómo la gente desarrolla una real fortaleza.

 

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