LOS ESTUDIOS DE LA CON DUCTA GRUPAL REALIZADOS EN ESTADOS UNIDOS DESCONFÍAN DE LA INFLUENCIA DE LOS OTROS

LOS ESTUDIOS DE LA CON DUCTA GRUPAL REALIZADOS EN ESTADOS UNIDOS DESCONFÍAN DE LA INFLUENCIA DE LOS OTROS

Uno de los estudios psicosociales de corte experimental más conocidos es la espeluznante demostración de Stanley Milgram de que los hombres con batas blancas eran capaces de persuadir a ciudadanos estadounidenses corrientes y sanos (examinados previamente para descartar problemas mentales que pudieran ses­gar los resultados) para que castigasen a otras personas hasta el punto de suministrarles descargas eléctricas letales27. No está del todo claro qué era exactamente lo que este estudio de «obediencia a

 

IAN PARKER

la autoridad» mostraba, y Milgram incluso carecía de hipótesis cla­ras antes de realizar el experimento. Aun así, proporcionó una explicación fuertemente psicologizada e ideologizada acerca del modo que las personas acatan las órdenes de la autoridad. La mora­leja reaccionaria y desesperanzadora de la historia de Milgram es que de nada vale resistirse, y es poco habitual referirse al estudio de Milgram para mostrar que en estas condiciones siempre habrá quien se resista a llegar a esos límites de obediencia.

El estudio de Milgram empezó a asociarse con otro experimento tristemente célebre que ha tenido una gran acogida fuera de la disci­plina, lo que indica la gran popularidad de las concepciones psicológicas de la acción colectiva28. Philip Zimbardo llevó a cabo un lamentable estudio en la Universidad de Stanford, que consistía en asignar roles de prisioneros y guardianes a un grupo de estudiantes voluntarios. El experimento tuvo que ser interrumpido al sexto día a causa de los niveles de abuso y el malestar alcanzados29.

Los experimentos de Milgram y Zimbardo suelen aparecer juntos en los manuales de psicología social y en las explicaciones populares, debido principalmente a que se otorgan y cobran significado mutua­mente, un significado que viene a plantear que el comportamiento social es malo para ti y para los demás. Lo que se ignora a menudo es que muchas de las personas que participaron en el estudio de Milgram se vinieron abajo cuando suministraron a otras personas lo que creían ser descargas eléctricas, que algunas personas se negaron a participar y que otras muchas dijeron luego que sabían que todo el tinglado era una farsa. Por su parte, el estudio de Zimbardo no permitía que las personas se organizaran para oponerse al supuesto sistema carcelario, excluyendo por tanto algunas de las opciones disponibles en el mundo real, y de este modo reincidir hasta la saciedad en el mensaje despreciable sobre la enorme influencia que los roles sociales tienen en el individuo.

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