Crisis en Terapia. Su relación con el pasado.

El sentimiento de identidad, resultante del proceso de inter­acción de esos tres vínculos, integración espacial del self, integra­ción temporal del self e integración social, pasa por distintas crisis a lo largo de su evolución en el proceso psicoanalítico.

Estas crisis comienzan, generalmente, con marcadas característi­cas paranoide-esquizoides y se resuelven por medio de mecanismos depresivos. Claro está que en los primeros períodos predominan los aspectos paranoide-esquizoides de estas crisis, especialmente cuando las seudoidentidades y fachadas empiezan a desmoronarse. Pueden surgir entonces estados de confusión, despersonalización, o pueden manifestarse psicosis latentes, como consecuencia de la rup­tura de las defensas. Las separaciones pueden actuar como factores desencadenantes de estos episodios.

Más avanzado el análisis, y sobre todo en sus etapas finales, predominan los aspectos depresivos de estas crisis de identidad, especialmente cuando se produce la elaboración de los duelos.

Las distintas crisis descriptas que ocurren durante el proceso analítico corresponden a las crisis que surgen desde las primeras épocas del desarrollo. A partir de la primera separación madre-hijo en el momento del nacimiento, seguida de una etapa confusional y un período paranoide-esquizoide, que se resuelve en una primera posición depresiva, estos ciclos se repiten a lo largo de la vida. Así se producen crisis como consecuencia del destete, en la culminación de la situación edípica resuelta en la latencia, en la eclosión puberal resuelta al final de la adolescencia y en el acmé de la edad media de la vida, donde surge por un más cercano enfrentamiento con la fantasía de muerte y se resuelve por una nueva elaboración de la posición depresiva. Un nuevo repunte de ansiedades paranoide-esquizoides se produce en la crisis de identidad de la senectud, que debería poder resolverse también en forma depresiva. Esto justifica la utilidad del análisis a cualquier altura de la vida, como una forma de garantizar la adquisición y mantenimiento de un sólido sentimiento de identidad, expresión de salud mental.

 

Deja un comentario