La ironía de ver ‘Ciudadano ilustre’ en San Juan

zrtn_003p3508724d_tn

Fui a ver ‘Ciudadano Ilustre’, en muchos aspectos una genialidad. Lo que menos me gustó, en doble registro, fue el protagonista. Por un lado la pose de intelectual progre y deconstructor de realidades del personaje me causa fobia, por otro la actuación de Oscar Martinez no me deslumbró, sé mucho menos de cine probablemente que cualquiera de los que votó en el festival de Venecia pero para mi alcanza para un ‘Bueno’. No es cuestión de que Martinez actúe mejor o peor, es un límite de talento. Es como cuando uno ve una peli de Al Pacino, hay un límite previo, uno nunca deja de ver a Al Pacino, haciendo un personaje, en cambio cuando ve a Meryl Streep ella desaparece y surge un personaje maravilloso sin rastro alguno de Maryl…
Pero bueno, no exageremos, Oscar Martinez está muy bien de todos modos, tal vez la limitación venga que su personaje es el único ‘serio’ de la película, tal vez sea más fácil hacer un grotesco, como les toca en suerte al resto del reparto.
En ese sentido, el resto del reparto es un poker de genialidades, para resaltar lo de Dadi Brieva, tipo al que no soporto en absoluto, no lo puedo escuchar hablar dos minutos, pero su actuación es increíble, ese tipo equivocó la carrera, otra que Midachi, es mucho mejor en actuaciones ‘serias’. Lo mismo dígase de 4 o 5 personajes de reparto, realmente sobresalientes.
Pero la mayor ironía de todas fue ver esa película, con la sala casi llena, con el público muerto de risa a carcajada limpia, y yo el más estruendoso de todos, en San Juan, sí, en San Juan, capital argentina de elaboración y distribución de ‘ciudadanos ilustres’.

Deja un comentario